Las obras de Daniela Méndez muestran un trazo expresivo que las unifica. La temática y el color varían según momentos y formatos, que van desde miniaturas hasta obras de mayor tamaño.
Durante los últimos siete años, mi trabajo ha evolucionado. Anteriormente, trabajé con el color y la figura de manera más intensa, con mayor acercamiento a la figuración en un estilo con mayor énfasis en la figura humana. Estas obras anteriores dejan paso a la pincelada suelta, al juego del espacio más despojado de formas, donde el texto se convierte en protagonista, tanto en los libros de artista como en el resto de la obra.
Cada obra permite una interpretación que se transforma constantemente, como si se tratara de una metamorfosis. Cada observador interpreta las palabras, algunas legibles, otras no, que permiten construir una historia. Estas obras nos llevan a reflexiones sobre la interconexión entre el espacio y el tiempo. Las líneas y los trazos acentúan este concepto.
El uso de la textura, el color y los materiales como tintas, acrílicos, polvo de oro, ceras, vidrio líquido y resinas, nos llevan a experimentar una amplia gama de emociones y sensaciones. La textura puede ser suave y delicada, rugosa o áspera, añadiendo profundidad y nos invitan a disfrutar de la tactilidad de estos libros de artista. El color también provoca estados de ánimo, pasando de la calma a la pasión y energía.